Con el objetivo de aportar un nuevo instrumento que sirva para mejorar la calidad institucional, desde el Instituto iCiudad hemos elaborado el GPS del Estado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se trata de una herramienta que brinda información sistematizada sobre cómo se organiza el Sector Público de la Ciudad de Buenos Aires, sus estructuras y funciones, los recursos humanos y financieros de cada organismo, sus autoridades, marcos normativos y planes de acción.
La iniciativa surgió como una forma de colaborar desde el sector no gubernamental a enriquecer el debate sobre el rol del Estado y el acceso a la información por parte de los ciudadanos y cuenta con la tutoría del Centro para la Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) y la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Pública Financiera (ASAP) y con el auspicio del Banco Ciudad.
Nuestro punto de partida ha sido poder conocer los estamentos en los que el Estado porteño realiza su actividad, sabiendo con qué estructura cuenta, qué recursos físicos y financieros dispone y cómo los administra para brindar sus servicios.
Consideramos que esta herramienta contribuye a una mayor transparencia del manejo de la gestión y administración financiera del Estado de la Ciudad”.
El GPS de la Ciudad compila, sistematiza y analiza la información producida y publicada por el propio Estado de la Ciudad en una forma simple y clara para acceso no sólo de los niveles políticos, sino de la población toda.
No es simplemente un diagnóstico en un momento determinado, sino que sigue la dinámica de la evolución del Estado.
¿Qué es el GPS?
En el GPS de la Ciudad de Buenos Aires, se puede encontrar toda la información de cada organismo vinculando objetivos, metas, responsables y recursos asignados, todos en un solo instrumento. El trabajo realizado toma en cuenta no sólo la información sobre la Administración Central, sino que se incorporan los Organismos descentralizados y las Empresas del Estado, tanto las de Capital integrado totalmente por la Ciudad de Buenos Aires, sino también aquellas en las que la Ciudad es parte, en la medida que la información esté disponible.
Esta herramienta permite saber la forma en que el Estado dispone del dinero que los ciudadanos aportamos a través de los impuestos, con claridad y accediendo fácilmente a la información.
La experiencia de recopilar, asociar y analizar datos en el sector público nos muestra que no siempre puede ser una tarea sencilla. Por eso, a partir del esfuerzo de constituir este instrumento, la tarea primordial ahora es incorporar las actualizaciones periódicamente.
Los tres grandes aspectos incluidos en el GPS de la Ciudad de Buenos Aires, son:
- Estructura Organizativa,
- Presupuesto de Gastos y
- Recursos Humanos.
A su vez, al contener información de los últimos años, puede ser útil para realizar comparaciones y analizar la evolución de las distintas variables.
Si bien se han hecho un sinfín de estudios sobre el sector público, en esta oportunidad el GPS de CABA constituye un elemento de análisis que permite homogeneizar y ordenar la información vinculada a la dimensión, tamaño y estructura, los recursos físicos y monetarios con que cuenta.
El funcionamiento de la administración pública suele ser un terreno poco conocido incluso para quienes desarrollan tareas dentro de la misma. Esto lleva, en muchos casos, a presentar propuestas de reestructuración administrativa y financiera, sin suficientes y sólidos elementos de juicio, cuando en realidad el esfuerzo principal debiera estar puesto en tener claro conocimiento para generar cambios que garanticen a la sociedad una equitativa distribución del ingreso.”
¿Cómo evolucionó el Estado porteño en los últimos años?
La Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires determinó la creación de organismos y estructuras necesarios para el funcionamiento del Estado local en las nuevas condiciones, incluida la composición territorial de las Comunas y empresas, mientras se fueron asumiendo nuevas funciones que antes estaban a cargo del Estado Nacional.
El Estado de la Ciudad fue cambiando su fisonomía y estructura organizativa, en función de las mayores responsabilidades y atribuciones otorgadas por su nueva condición de Estado Autónomo.
La estructura organizativa de mayor nivel está constituida por el Jefe de Gobierno, un Vicejefe de Gobierno, que son elegidos por voto popular, un Ministro Coordinador o Jefe de Gabinete y 9 ministerios. El Gobierno de la Ciudad cuenta además con Diversos Organismos Fuera de Nivel.
En relación a la Estructura Organizativa, el GPS analiza la composición hasta el nivel de Dirección General e incluye los Organismos Fuera de Nivel, en el entendimiento que es hasta donde llegan los denominados cargos políticos. Existen también Gerencias y Sub Gerencias que completan el staff de Autoridades Superiores.
Una cuestión especial que debemos mencionar es que en 2016 se realizó el traspaso de la policía con personal, bienes y equipamiento, lo que determinó que se adecuara la estructura organizativa y financiera hasta que quedó consolidada a fines de 2018. Sin embargo, es necesario mencionar que, a pesar de la controversia suscitada recientemente entre la Ciudad y el Gobierno Nacional por el financiamiento del servicio de seguridad, no se cuenta con datos oficiales públicos suministrados por la jurisdicción respecto de la cantidad de agentes.
El gráfico muestra las variaciones de la estructura de la administración central, registradas entre 2018, inicio del segundo mandato del actual Jefe de Gobierno en diciembre de 2019 y la actualidad.
Estas variaciones en el organigrama de Gobierno tienen incidencia directa en el requerimiento de Autoridades Superiores, personal jerárquico y equipo de colaboradores.
En cuanto al conjunto de los Recursos Humanos de CABA, está integrado por las Autoridades Superiores, Planta de Gabinete, Carrera Gerencial, personal de Escalafón General, personal Docente y personal de la Carrera Hospitalaria. Dadas las características, esta temática tendrá un abordaje particular, en próximos informes.
Sin embargo, es importante destacar que las personas que trabajan bajo distintos escalafones y modalidades de contratación, que no son parte de las autoridades políticas, cumplen un rol central en el desarrollo de las actividades de gobierno. Deben ser considerados y valorados como servidores públicos que garantizan y permiten el funcionamiento de las instituciones. Pero para que sus acciones tengan los resultados esperados, es necesario brindar las posibilidades de capacitación y formación continua que permitan realizar más efectivamente sus tareas y progresar en sus respectivas carreras y escalafones.
