Actualizamos los datos correspondientes al año 2021 del Mapa del Delito y consigo lanzamos el Tercer Informe de Seguridad.

Consideramos que para gestionar la seguridad es necesario poseer un profundo conocimiento de lo que ocurre en el territorio. Como en años anteriores, sostenemos la necesidad de redefinir el Mapa del Delito como una herramienta fundamental para el diseño y formulación de políticas públicas eficaces y para la posterior evaluación de las estrategias implementadas.

A partir del análisis realizado, podemos indicar que la política de seguridad debe ser integral con estrategias de prevención del delito y la violencia y uso inteligente de la información criminal disponible.

El  Informe de Seguridad es la continuidad del “Primer Informe sobre Seguridad Pública en la Ciudad de Buenos Aires 2016-2018” y del “Segundo Informe de Seguridad Pública en la Ciudad de Buenos Aires 2019-2020” los tres constituyen, junto al Índice de Bienestar Urbano y las jornadas llevadas a cabo y los artículos especializados publicados, los aportes que esta organización brinda para contribuir al debate sobre políticas públicas de seguridad en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires a través de la investigación rigurosa, en base a datos oficiales y analizada desde una perspectiva de equidad.

Algunos de los hallazgos que surgieron del Tercer Informe de Seguridad fueron:

-Hay una clara disminución de los delitos para el año 2021 conforme los tres indicadores de seguridad que utiliza el propio Gobierno de la Ciudad. No obstante, esta mejora debe analizarse dentro del contexto en que transcurre el período en cuestión. Parte del año estuvo alcanzado por las limitaciones a la circulación, por la pandemia del COVID-19.

-En 2021 los vecinos acudieron a la policía y a la fiscalía en 243.206 oportunidades, lo que equivale a 27,8 denuncias por hora, con una disminución del 10 % respecto de 2019. De éste se desprende que el robo de vehículos es la modalidad delictiva más denunciada, con una tasa del 91%, seguido del robo contra el hogar, con una tasa del 61%. Las modalidades menos denunciadas son el pedido de coima y el acoso sexual callejero, ambas con solo el 3% de denuncias.

-5 de cada 10 mujeres consideran la situación general de la ciudad como buena frente a 6 de cada 10 hombres. 4 de cada 10 mujeres respondieron que la situación es mala mientras que 3 de cada 10 hombres lo hicieron en ese sentido. Y finalmente 1 de cada 10 mujeres consideró la situación de seguridad como muy mala. En hombres solo 1 de cada 20 respondió de ese modo.

-La comuna 1, (Puerto Madero, Retiro, San Nicolas, Monserrat y Constitución) presenta la más alta imagen con un 69% de los encuestados que la valora a la seguridad como buena. Sin embargo esta cifra se contrapone con las elevadas tasas de delitos en este período y en los cinco años anteriores. Desde la creación de la Policía de la Ciudad esta comuna lidera el ranking de homicidios, robos y hurtos y conflictividad urbana. Dada la extensión geográfica de la comuna habría que analizar la respuesta por barrio.

En el otro extremo, en cuatro comunas, la 5, 7, 9 y 10 más del 10% de los encuestados respondieron que la situación de seguridad general es Muy Mala.

-A la pregunta ¿Cuán seguro se siente viviendo en la CABA?, más de la mitad de los encuestados (52%) manifestó sentirse poco o nada seguro. Solo 8 de cada 100 entrevistados respondió que se sentía muy seguro, cifra que se mantuvo en el mismo valor que en los años 2018 y 2019. Los vecinos de las comunas del norte de la Ciudad, 2, 12, 13 y 14 respondieron en más del 60 % que se encuentran satisfechos con la presencia policial.

Si tomamos el período seis años desde 2016 a 2021 vemos que desde el año 2016 la Ciudad de Buenos Aires mantiene una tasa menor a 5 homicidios dolosos cada 100.000 habitantes.  En 2021 se registraron 103 homicidios dolosos, uno más que en 2019. Además, se intentaron 93 asesinatos, que se calificaron como tentativa de homicidios, con un incremento de 9 potenciales víctimas respecto de 2019.

-La presencia de infraestructura policial no aparece como un elemento disuasivo de muertes violentas ya que la Comuna 1, primera en cantidad de homicidios dolosos en esta serie histórica, concentra la mayor cantidad de comisarías (10) y la Comuna 2, con sólo 2 comisarías, la tasa más baja de asesinatos en el mismo período. Nos preguntamos si la infraestructura policial está vinculada o no a la cantidad de recursos humanos de seguridad disponible en cada barrio o, por el contrario, las comisarías, son meras unidades administrativas que no tienen impacto sobre los niveles de seguridad/inseguridad de su jurisdicción.

-El conjunto de los barrios Villa 1-1-14 (Padre Ricciardelli), Rivadavia e Illia registró una suba interanual del 90% en los homicidios dolosos, pasando de 5 muertes en el año 2019 a 8 en el año 2020 a 16 en el 2021. Esto deja planteada la hipótesis de que la ausencia o insuficiencia de políticas públicas de inclusión y urbanización de estos barrios populares son, en parte, responsables de estos altos índices de homicidios, que van en el sentido contrario a las cifras del resto de la Ciudad.

-Según los datos oficiales de la Policía de la Ciudad, en 2021 se registraron 20 homicidios con víctimas mujeres, frente a los 17 registrados en 2019. La participación de víctimas mujeres respecto del total de homicidios ocurridos aumentó al 20 %, 3 puntos por arriba del 17% registrado en 2019. Casi dos de cada diez homicidios dolosos fueron víctimas mujeres.

–En 2021 se denunciaron 81.268 robos y hurtos es decir 20.784 casos más que en el año 2020, un incremento del 34% interanual, y una disminución del 28 % respecto de 2019, seguramente relacionada con la menor circulación debido a la vigencia del ASPO en muchos meses del año 2021. El 45 % del total de robos y hurtos fueron perpetrados en la Comuna 1, 8764, seguida por las Comunas 14 (7334), 4 (7253), la 3 (7023) y la 7 (6279) todas por arriba del promedio de la Ciudad.

Más allá de las variaciones de cifras entre años, se observa un patrón de distribución geográfico similar año tras año, lo que da cuenta de la necesidad de políticas públicas específicas para el grupo de comunas en las que ocurren 1 de cada 2 robos denunciados.

No se trata de “mover” el delito de uno a otro lugar, sino de determinar qué condiciones urbanas, policiales y/o comunales favorecen la comisión de este delito e implementar estrategias que desalienten la decisión de perpetrar robos.